La tecnología blockchain es un concepto generalmente asociado al desarrollo de las criptomonedas, específicamente al Bitcoin, pero estas son solo una de sus aplicaciones más conocidas.
Los orígenes de la blockchain se remontan a 1991, cuando los científicos Stuart Haber y W. Scott Stornetta describieron el primer trabajo sobre una cadena de bloques asegurados criptográficamente.
¿Qué es la tecnología blockchain?
La cadena de bloques, más conocida por el término en inglés «blockchain», es un registro único, consensuado y distribuido entre varios nodos de una red informática.
Los orígenes de la blockchain se remontan a la necesidad de eliminar intermediarios para la ejecución de una transacción, como los bancos por ejemplo, en el caso de las operaciones financieras.
Estas instituciones son necesarias para poder hacer transferencias de valor, porque ellas se encargan de certificar las identidades de los involucrados.
Pero a cambio de prestarnos este servicio, los bancos suelen almacenar nuestros datos y comerciar con ellos, lo cual restringe la privacidad y el derecho al anonimato de los usuarios.
Por ejemplo, si Pedro quisiera enviarle $100 a Juan, el banco actuará como intermediario de la transacción, centralizando el movimiento de capital de una cuenta a otra.
Pedro le pediría a su banco que retire $100 su cuenta registrada y los transfiera al banco de Juan, centralizando la administración de la transacción, descontando $100 en la cuenta de Pedro y solicitando al otro banco que añada $100 a la cuenta de Juan.
Para realizar esta transferencia no ha sido necesario un movimiento de dinero «físico», simplemente ha requerido de la comunicación entre dos bancos para que actualicen los registros en las cuentas de Pedro y Juan.
El problema es que ni Pedro ni Juan tienen control sobre el proceso, ya que ambos dependen de sus bancos y de su forma de hacer las cosas para completar esta transacción, están sujetos a sus condiciones y a sus comisiones.
Las cadenas de bloques o blockchain llegaron para solucionar este problema, ya que su desarrollo vuelve obsoleta la necesidad de que entidades centralizadas (los bancos) administren y validen la información de una transferencia, sino que sean millones de validadores, distribuidos en una gran base de datos informática, en donde todos los nodos que la componen guardan una copia de la información.
Para esto, blockchain basa la certificación de la información en el consenso, es decir, si todos tenemos la misma información y la mayoría aprueba esta nueva nueva transacción, significa que la solicitud es válida y se ejecuta actualizando todos los registros.
Uso del blockchain en las criptomonedas
En el caso de las criptomonedas, podemos imaginar blockchain como si fuera un libro contable o un libro maestro en donde se registran cada una de las transacciones financieras realizadas.
Si bien su funcionamiento puede resultar complejo de entender, si profundizamos en los detalles de su implementación, la idea básica es sencilla de seguir.
En cada bloque de la cadena se almacena:
- Una cantidad limitada de registros o transacciones válidas.
- La información referente a ese bloque en particular.
- Su vinculación con el bloque anterior y el bloque siguiente a través de un hash, un código único equivalente a la huella digital del bloque.
Por lo tanto, cada bloque tiene un lugar específico e inamovible dentro de la cadena, ya que cada bloque contiene la información del hash del bloque anterior.
La cadena completa se guarda en cada uno de los nodos de la red que conforma la blockchain, quienes almacenan una copia exacta de la cadena para si mismos.
A medida que se crean nuevos registros, estos son primeramente verificados y validados por todos los nodos de la red y luego añadidos a un nuevo bloque que se incorpora a la cadena.
Cómo funciona una transacción en blockchain
Ahora Pedro y Juan no están solos, forman parte de un gran red de usuarios que se encargan de comprobar que todo el proceso se produzca de forma transparente.
Entonces, si por ejemplo Pedro quiere enviar un bitcoin a Juan, primero debe notificar a la blockchain de la transacción, pero nadie en la red sabrá quien es Pedro ni quien es Juan, solo sabrán que ha llegado un requerimiento de transferencia desde una cartera digital, equivalente a una cuenta bancaria, a otra.
Al enviar la solicitud, todos los usuarios de esa red comprobarán que la cartera digital de Pedro tiene suficiente dinero para ser transferido a la cartera digital de Juan.
Si es así, todos aprobarán y registrarán la transacción, que pasa a formar parte de un nuevo bloque de la cadena, aunque todavía no está registrada de forma definitiva.
A continuación, múltiples transacciones simultaneas realizadas por otros usuarios irán registrándose en ese nuevo bloque, que tiene una capacidad limitada, así que cuando el registro se completa y llega el momento de validar y sellar el nuevo bloque, entra en escena lo que conocemos como minería de bitcoin o minería de criptomonedas.
Qué es la minería de criptomonedas
El minado de bloques, para el cual hoy en día existen diferentes técnicas, consiste básicamente en validar la transacciones de forma consensuada para que estos bloques queden registrados de forma permanente en la blockchain.
Los mineros reciben las solicitudes de las nuevas transacciones ingresadas y las reúnen en un nuevo bloque, «compitiendo» con otros mineros en base a resolver un complejo problema matemático.
Es así entonces como el primero en resolver el problema sella el bloque, lo envía a toda la red blockchain para su aprobación y a cambio recibe nuevos bitcoins como recompensa por su trabajo.
Gracias al uso de una blockchain común que se sincroniza entre los nodos de la red es como se logra la irreversibilidad de las transacciones, lo que permite que nadie modifique el registro o cometa fraudes para desviar dinero (bitcoins) de un lado a otro sin que los demás se enteren.
Ese libro de cuentas no solo está distribuido, sino que sus bloques están encadenados entre si a través de un puntero codificado (hash) que enlaza al bloque anterior, sellado con una marca de tiempo y todos los datos de la transacción en un registro absolutamente público.
Es decir, la cadena de bloques, aunque protege la privacidad de sus usuarios, sí permite controlar la trazabilidad de las transacciones.
El registro público permite conocer todo el camino que ha seguido el dinero desde la cartera original de Pedro (aunque nadie conoce su identidad) antes de llegar a la cartera de Juan (cuya identidad también es desconocida).
El diseño de la cadena de bloques está pensado para confirmar que cada unidad de valor (cada bitcoin por ejemplo) solo sea transferido una única vez, evitando el clásico problema del doble gasto, que reduce la confianza de los usuarios para el uso de una moneda y su circulación.
¿Por qué blockchain es tan segura?
Al ser una tecnología distribuida, donde cada nodo de la red almacena una copia exacta de la cadena, se garantiza entonces la disponibilidad de la información en todo momento.
En caso de que un atacante quisiera provocar una denegación de servicio, debería anular todos los nodos de la red, ya que basta con que al menos uno esté operativo para que toda la información esté disponible.
Por otro lado, al ser un registro consensuado en donde todos los nodos poseen una copia idéntica de registros, resulta imposible de alterar, asegurando su integridad.
Si un atacante quisiera modificar la información en la cadena de bloques, debería modificar la cadena completa en al menos el 51% de los nodos.
Por último, dado que cada bloque está matemáticamente vinculado al bloque siguiente, una vez que se añade uno nuevo a la cadena, el mismo se vuelve inalterable.
Si un bloque se modifica, su relación con la cadena se corrompe, es decir, toda la información registrada en los bloques es inmutable y perpetua.
De esta forma la tecnología de blockchain nos permite almacenar información que jamás se podrá perder, modificar o eliminar.
Además, cada nodo de la red utiliza certificados y firmas digitales para verificar la información y validar las transacciones y los datos almacenados en la blockchain, lo que permite asegurar la autenticidad de la información.
De esta forma, podemos pensar en blockchain como un escribano, un medio para certificar y validar cualquier tipo de información, un registro confiable, descentralizado y resistente a la manipulación de datos.
Ventajas del uso de blockchain
Blockchain es un gran libro de contabilidad donde todas las transacciones quedan registradas, por eso es importante saber qué ventajas concretas ofrece su utilización.
1. Segura y confiable
Una de las principales ventajas de blockchain es que permite hacer transacciones financieras entre dos participantes de forma segura, confiable y anónima.
Ya no existe necesidad de intermediarios, sino que son los propios usuarios los que tienen control de su información y de toda la transacción.
2. Transparente y privada
Con blockchain las transacciones son transparentes y privadas. Los movimientos, si bien no pueden modificarse, se integran a la red como un todo y son públicos desde sus orígenes, es decir, el bloque cero.
3. Inmutable
Otra gran ventaja de blockchain es que una vez que han sido registrados los datos de las transacciones, estos son inmutables, es decir, no pueden ser modificados o eliminados.
Esto es posible porque funciona con un sistema de verificación de datos distribuido, por tanto, la alteración de las transacciones por parte de terceros es prácticamente imposible.
4. Imperecedera
Debido a que en su validación participan múltiples nodos distribuidos, en teoría solo hace falta que uno de los nodos esté activo para que el registro funcione, lo que además la vuelve más resistente a ataques maliciosos.
6. Colectiva
Los datos registrados en la blockchain son comprobados de manera constante por la red, por lo tanto la información que se registra siempre es acordada por todos los participantes.
7. Económica
Con blockchain los usuarios pueden liberarse de estas cuantiosas comisiones financieras, ya que el intercambio de activos con esta tecnología suele tener un coste más bajo.
8. Global
Blockchain es otro paso hacia la globalización, ya que no existen fronteras ni intermediarios para las transacciones.
Aplicaciones de blockchain
El sector financiero y el mundo de las criptomonedas no son los únicos que pueden beneficiarse de la tecnología blockchain.
Muchos sectores están viendo el potencial que tiene esta tecnología, incluso los propios bancos la están implementando para agilizar pagos, transferencias y reducir sus costos operacionales.
1. Almacenamiento en la nube
Blockchain permite distribuir el almacenamiento de datos, es decir, en lugar de depender de servicios de almacenamiento centralizados en la nube, los archivos se almacenan en una red P2P distribuida.
Según este modelo, una copia idéntica de los datos se almacenará en cada nodo de la red, lo que hace que el sistema sea más seguro, inmutable a ataques informáticos, problemas técnicos o incluso desastres naturales.
2. Internet de las Cosas (IoT)
La mayoría de las plataformas actuales de IoT están basadas en modelos centralizados, en los que una sola empresa controla los dispositivos conectados, lo cual es poco funcional y escalable.
El desarrollo de plataformas IoT descentralizadas y blockchain permite que el intercambio de datos se realice sobre la cadena de bloques de forma segura y fiable, creando un registro inalterable de todos los mensajes que han intercambiados los diferentes dispositivos conectados.
3. Gestión de identidades
Otra gran aplicación de blockchain está en la gestión de identidades en donde los usuarios pueden administrar su identidad digital, segura, fiable y aprueba de manipulación.
Las personas podrán utilizar su identidad blockchain para muchas cosas, desde acciones simples como acceder a sitios web, descarga de aplicaciones o firmar documentos digitales.
4. Registro y verificación de datos
Blockchain es una tecnología que permite almacenar cualquier otro tipo de información, generando un registro distribuido incorruptible, mucho más seguro que las bases de datos tradicionales.
En este sentido su uso puede ir desde historiales médicos en clínicas y hospitales, como registro de propiedades físicas o derechos sobre productos digitales como libros, música, fotos, etc.