No hay duda de que Internet ha cambiado dramáticamente desde sus inicios, evolucionando por ejemplo desde IRC a las redes sociales modernas, su desarrollo se ha convertido en una parte vital de las interacciones humanas.
La Web 3.0 es la próxima generación tecnológica de Internet que estará soportada principalmente por machine learning e inteligencia artificial con el objetivo de crear páginas web y aplicaciones cada vez más abiertas, conectadas e inteligentes, orientadas al uso de una comprensión automatizada de los datos.
En definitiva, uno de los principales objetivos de la Web 3.0 será proporcionar información aún más personalizada y relevante a un ritmo aún más veloz, lo cual sólo será posible con el uso de algoritmos de búsqueda más inteligentes y el desarrollo del análisis de Big Data.
Realidad actual de Internet
Las páginas web actuales presentan por lo general información estática o contenido dirigido por los usuarios, como por ejemplo foros o redes sociales.
A pesar de que esto permite que la información esté disponible a un gran numero de personas, esto claramente aún no logra satisfacer las necesidades de un usuario específico.
Esto quiere decir que una página web debería poder adaptar la información que proporciona a cada usuario de forma individual, similar a la dinámica de las comunicaciones humanas en el mundo real.
El científico de la computación Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web, ya visualizaba esta idea sobre una web semántica en 1999:
Tengo el sueño de una Web [en la que los ordenadores] lleguen a ser capaces de analizar todos sus datos -el contenido, los enlaces y las transacciones entre personas y computadoras. Una «web semántica» que haga esto posible aún debe aparecer, pero cuando lo haga, los mecanismos diarios del comercio, la burocracia y nuestras vidas cotidianas serán gestionados por máquinas hablando con máquinas.
En la Web 3.0 será un océano de información que estará a disposición de páginas web y aplicaciones que serán capaces de entender y utilizar los datos de una forma significativamente individual para cada usuario.
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Breve historia de la evolución de Internet
Las páginas y aplicaciones web han cambiado de una forma dramática a lo largo de las últimas décadas, evolucionando desde sitios HTML estáticos a páginas «data-driven» que permiten a los usuarios interactuar y generar cambios.
Web 1.0
El Internet original se basaba en lo que conocemos como Web 1.0, un término acuñado en 1999 por el autor y diseñador Darci DiNucci, quien fue el primero en distinguirla de la nueva Web 2.0.
A principios de la década de 1990, los sitios web se creaban utilizando páginas HTML estáticas que sólo tenían la capacidad de mostrar información, no había manera de que los usuarios interactuaran.
Web 2.0
Todo esto cambió a finales de la década de 1990, cuando la transición hacia un Internet más interactivo empezó a tomar forma.
Con la Web 2.0, los usuarios eran capaces de interactuar con páginas web a través de bases de datos, procesamiento del servidor, formularios y redes sociales.
Esto produjo un cambio de una web estática a una web más dinámica que trajo un mayor énfasis en el contenido generado por el usuario así como la interoperabilidad entre diferentes sitios y aplicaciones.
La Web 2.0 tenía menos que ver con la observación y más con la participación.
Fue así como a mediados de la década de 2000, la mayoría de los sitios web ya habían hecho la transición a la Web 2.0.
Web 3.0: el futuro de Internet
Al mirar la historia de Internet, la evolución de una web semánticamente más inteligente tiene mucho sentido.
Los datos se presentaban inicialmente de forma estática a los usuarios, quienes luego pudieron comenzar a interactuar con esos datos dinámicamente.
Ahora, todos estos datos serán utilizados por algoritmos para mejorar la experiencia del usuario y hacer que la Web 3.0 sea más personalizada y familiar.
Actualmente, muchas aplicaciones están limitadas a ejecutarse solo en un sistema operativo, pero la Web 3.0 permitirá que las aplicaciones sean más independientes del dispositivo, lo que significa que podrían ejecutarse en muchos tipos diferentes de hardware y software sin ningún costo adicional de desarrollo.
La Web 3.0 también tiene también como objetivo hacer que Internet sea más abierto y descentralizado.
En el marco actual, los usuarios deben confiar en los proveedores de redes y celulares que vigilan la información que pasa por sus sistemas.
Con el advenimiento de las tecnologías «ledger distributed», esto pronto podrá cambiar y los usuarios podrían recuperar la propiedad de sus datos.
Por qué la Web 3.0 es mejor que sus antecesoras
La Web 3.0, aunque aún no está completamente definida, podría aprovecharse de las tecnologías peer-to-peer (P2P) actuales como blockchain, software open source, realidad virtual, Internet de las Cosas (IoT) y muchas más.
1. Descentralización
Dado que los intermediarios se eliminan de la ecuación, los datos de los usuarios ya no serán controlados por terceros, lo cual reduce el riesgo de censura por parte de gobiernos o corporaciones y reduce la efectividad de los ataques de Denegación de Servicio (DoS).
2. Interconectividad de la información
A medida que se conectan más productos a Internet, conjuntos de datos más grandes proporcionan a los algoritmos más información para analizar.
Esto puede ayudarlos a proporcionar información más precisa que se adapte a las necesidades específicas del usuario individual.
3. Navegación
Hasta hace algunos años, al utilizar un motor de búsqueda, encontrar el mejor resultado solía ser bastante desafiante, sin embargo, a lo largo de los años, se ha mejorado mucho en la búsqueda de resultados semánticamente relevantes basados en el contexto de búsqueda y los metadatos.
Esto da como resultado una experiencia de navegación web enriquecida que puede ayudar a cualquiera a encontrar la información exacta que necesita con relativa facilidad.
La Web 2.0 también introdujo sistemas de etiquetado social, pero que aún pueden ser fácilmente manipulados, así que con algoritmos más inteligentes, la IA podrá filtrar mucho mejor estos datos.
4. Publicidad y marketing
A nadie le gusta ser bombardeado con anuncios en línea, sin embargo, si los anuncios son relevantes para los intereses y necesidades del usuario, siempre pueden ser útiles.
La Web 3.0 tiene como objetivo mejorar la publicidad aprovechando sistemas de inteligencia artificial más evolucionados que se dirijan a audiencias específicas basadas en los datos del consumidor.
5. Atención al cliente
Cuando se trata de sitios web y aplicaciones web, el servicio al cliente es clave para una experiencia de usuario fluida.
Sin embargo, debido a los aún elevados costos, muchos servicios web que hoy tienen éxito no pueden escalar sus operaciones de servicio al cliente.
Mediante el uso de chatbots más inteligentes que puedan hablar con varios clientes simultáneamente, los usuarios pueden disfrutar de una experiencia superior que al tratar con agentes de soporte.
Conclusiones
La evolución de Internet ha sido un largo viaje y seguramente continuará hacia nuevas iteraciones.
Con la explosión masiva de datos disponibles, los sitios web y las aplicaciones tienen la capacidad de pasar a una web que ofrece una experiencia considerablemente mejor a un número cada vez mayor de usuarios en todo el mundo.
Si bien aún no existe una definición concreta para la Web 3.0, ya está puesta en marcha por las innovaciones en otros campos tecnológicos.