Meditacion

La palabra “meditación” suele estar relacionada con tradiciones esotéricas que nada tienen que ver con tratamientos de salud. No obstante, esta práctica está relacionada con una serie de beneficios para el bienestar de las personas.

La meditación es una práctica mental y corporal dirigida a alcanzar un estado de relajación y plena concentración, una forma simple y rápida de reducir el estrés del día a día, lo que apoya el bienestar mental, accesible para la mayoría de las personas, ya que no requiere ningún tipo de equipamiento. (1)

Dra. Milagro Sosa, Directora Médica de Abbott señala:

Investigaciones vinculan la práctica continua de meditación con una reducción del estrés, con la reducción de la intensidad y frecuencia de pensamientos negativos, y con beneficios para la memoria y la absorción de información. (2)

De cara al cuidado de la salud mental, es bueno preguntarse cómo puedes hacerte de una rutina de meditación que se ajuste a tu medida.

1. Mindfulness

El Mindfulness es un tipo de meditación en el cual tomas tiempo para reconectarte con tu cuerpo y mente enfocándote en el momento presente.

Esto significa poner atención a tu cuerpo, a tu respiración y a lo que te rodea. Significa además observar lo que sucede sin someterlo a juicio.

Para comenzar, busca un lugar tranquilo para estar en una postura cómoda. Comienza poniendo atención a tu respiración, para luego calmar tus pensamientos enfocándote en el aquí y el ahora, recomienda la doctora.

2. Mantras

Se llama mantra a una palabra o frase que repites en voz baja o mentalmente, de manera que los pensamientos inquietantes se vayan desvaneciendo. De esta forma, puedes reenfocar tu atención.

Para comenzar, busca un lugar cómodo y tranquilo. Enfócate en la respiración, mientras vas calmando tus pensamientos.

Entonces repite tu mantra silenciosamente, poniendo toda tu atención en volver al momento presente cada vez que tus pensamientos comiencen a divagar.

La Directora Médica de Abbott señala:

3. Meditación en movimiento

Hay personas que necesitan actividades más dinámicas que estar sentados. Para estas personas, una opción de meditación puede ser un tipo de mindfulness que se realiza en movimiento.

Por ejemplo, la práctica del yoga en una forma de meditación en movimiento. Ésta contempla secuencias específicas de posturas o gestos que se realizan junto con la respiración.

Cada secuencia ha sido diseñada para lograr ciertos beneficios; por ejemplo, las rutinas de vinyasa yoga permiten fortalecer la musculatura y la coordinación.

Para una correcta práctica del yoga, es importante buscar talleres que sean impartidos por personas calificadas, es decir, que tengan una formación específica para esta disciplina.

La actividad física no solo distrae tu mente de las preocupaciones, sino que también aumenta los niveles de sustancias químicas cerebrales que te hacen sentir bien y te levantan el ánimo.

4. Meditación guiada

También conocida como imaginería, es una práctica inicialmente destinada a la relajación. Consiste en realizar ejercicios de visualización guiados por el relato de una persona, ya sea en directo o mediante una grabación.

Las imágenes con contenido positivo ayudan a relajar mente y cuerpo y dejar atrás los pensamientos negativos. Esta práctica ayuda a desarrollar habilidades que permiten enfrentar de mejor manera el estrés.

Tips y consejos para comenzar

Puedes probar una a una las prácticas de meditación disponibles, hasta descubrir cuál es la que más te acomoda.

Anda de a poco. Puedes comenzar con sesiones de 5 minutos al día. Recuerda que no es fácil apagar los pensamientos negativos de un momento a otro.

Pon tu teléfono en silencio mientras meditas. Procura eliminar los factores que puedan distraerte.

Busca herramientas. Hay videos, aplicaciones y un sinfín de recursos disponibles para quienes se inician en la meditación. A medida que avanzas en tu técnica, podrás hacerlo por tí mismo/a, de acuerdo a tus preferencias.

Recuerda que no hay una forma correcta de meditar. Esta práctica es personal, por lo que tú guías tu camino.

Conclusiones

Independiente de la técnica que elijas, lo importante es la constancia. Si te das un espacio en tu día a día para la meditación, podrás recoger sus frutos.

Nuestra salud mental lo es todo. Esta gobierna nuestro estado de ánimo, perspectiva, relaciones y capacidad para hacer frente a la vida cotidiana.

Es por esto por lo que este tipo de herramientas nos empoderan sobre lo que cada uno de nosotros puede hacer para mantener su bienestar mental.

No obstante, los especialistas indican buscar orientación profesional ante síntomas de alerta.

Referencias

  1. Clínica Mayo. Meditación: Una manera simple y rápida de reducir el estrés. https://www.mayoclinic.org/es/tests-procedures/meditation/in-depth/meditation/
  2. Aguilar, Guido; Musso, Andrea. La meditación como proceso cognitivo conductual. Suma Psicológica, vol. 15, núm. 1, marzo, 2008, pp. 241-258. Página 1o. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134212604010

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