Los fenómenos meteorológicos han marcado la pauta en distintos países del mundo y las condiciones extremas han dejado a comunidades bajo el agua, perdiendo así sus hogares, colegios e incluso en algunos casos su actividad agrícola.
Si bien no se pueden frenar estos eventos, sí se pueden anticipar con innovación y tecnología para evitar grandes pérdidas.
Cristián Troncoso, Sales Manager de SAS Chile comenta:
Los datos son claves, ya que con algoritmos estadísticos y técnicas de aprendizaje automático permiten generar análisis de situaciones anteriores y planificar con anticipación futuras inundaciones al comprender cuáles fueron los factores que las desencadenaron.
Con tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) en conjunto con Inteligencia Artificial (IA), las comunidades pueden utilizar la información en tiempo real para identificar los riesgos de este tipo de desastres inesperados, que muchas veces son agravados por la urbanización y el aumento de la población.
La tecnología es una aliada para diversas industrias y gobiernos. Por ejemplo, hay soluciones con sensores de energía solar que miden la altura y profundidad del agua, el flujo de corriente, la lluvia y otras métricas en ríos, bahías, costas y puentes. Toda esta información es cargada a dispositivos celulares a través de la nube, la cual es combinada con datos meteorológicos para generar alertas oportunas.
Asimismo, la automatización facilita comunicaciones proactivas para reducir el impacto en la seguridad de los ciudadanos e infraestructuras, la preparación de servicios de emergencia y optimizar los protocolos de respuesta.
De los datos a los hechos
En ocasiones, las empresas tienen los datos pero no saben cómo analizarlos de manera proactiva.
Sin embargo, el integrar nuevas herramientas les permite tomar decisiones objetivas para mejorar la calidad de vida de las personas.
Las autoridades deben contar con diversas tecnologías que les permitan alertar a las comunidades y definir acciones.
Para ello, el IoT crea una vista completa de las condiciones de inundación, facilitando la gestión con capacidades analíticas.
Es importante obtener los datos precisos y necesarios de cada evento a medida que se desarrollan. En ese sentido, los sensores habilitados para IoT ofrecen una comprensión de datos e información más precisa y dinámica, ya que capturan distintos factores como la saturación del suelo, la topografía, elevación, entre otros.
Al combinar los datos de estas condiciones e introducirlos en modelos analíticos, se pueden gestionar oportunamente los riesgos climáticos con un mayor impacto, ya que la automatización permite a las autoridades centrarse en una mejor toma de decisiones sin perder el tiempo procesando y analizando información, reduciendo así los errores humanos.
Al mismo tiempo, los sensores para IoT envían datos actualizados constantemente para ser analizados y encontrar patrones relevantes para ofrecer soluciones flexibles que se adapten a los diferentes usuarios en función de sus roles.
Las catástrofes naturales seguirán sucediendo en el mundo y ya somos testigos de cómo han aumentado considerablemente.
Es por ello que es fundamental que las autoridades cuenten con conocimientos analíticos para beneficiarse de los datos y proteger a sus comunidades.