El primer mandatario Gabriel Boric y los cuatro ex-Presidentes vivos suscribieron el documento «Compromiso: Por la Democracia, siempre», con motivo de los «50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas».
Los ex-Presidentes Sebastián Piñera Echenique, Michelle Bachelet Jeria, Ricardo Lagos Escobar y Eduardo Frei Ruiz-Tagle junto al actual Presidente Gabriel Boric Font, firmaron un documento que destaca:
Nuestro país gozó durante más de 140 años, casi sin interrupción, de una democracia en continua evolución, de un orden constitucional estable, y también de respetables y sólidas instituciones republicanas que eran objeto de admiración y prestigio en el mundo entero.
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo señaló:
Esto no se trata de izquierda o derecha; se trata de que tengamos un compromiso de mínimos civilizatorios. Más allá de nuestras legítimas diferencias, este año se cumplen 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países.
«Compromiso: Por la Democracia, siempre»
Nuestro país gozó durante más de 140 años, casi sin interrupción, de una democracia en continua evolución, de un orden constitucional estable, y también de respetables y sólidas instituciones republicanas que eran objeto de admiración y prestigio en el mundo entero.
Al cumplirse 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países, queremos, más allá de nuestras legítimas diferencias, comprometemos en conjunto a:
1. Cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho. Queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro.
2. Enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte.
3. Hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional.
4. Fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades.
Cuidemos la memoria, porque es el ancla del futuro democrático que demandan nuestros pueblos.
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