Síndrome post-vacacional es el nombre que los expertos le han dado a un conjunto de síntomas que presentan algunas personas al volver a sus trabajos, tras tomarse un tiempo de descanso planificado con anterioridad.
Los síntomas pueden ir desde ansiedad, presión emocional, desconcentración, estrés, actitud negativa frente al trabajo, cansancio excesivo, entre otros.
Si bien hasta ahora no hay consenso en la comunidad científica respecto a por qué algunas personas padecen de este síndrome, algunos visualizan que a veces está relacionado a un tema de cultura laboral y de cómo este espacio, es más bien asociado a emociones negativas, dicho de otro modo, cómo una persona tiene la siguiente mentalidad: trabajo es sinónimo de obligación y sacrificio, por ende, el regreso, genera rechazo.
Pero hay otro factor interesante de tomar en cuenta que sí o sí va a impactar nuestro regreso al trabajo y el tiempo en que nos demoraremos para readaptarnos a la jornada laboral tras tomar un merecido descanso, y esto es cuán organizado fui al planificar mis vacaciones y cómo resultó el plan.
Gustavo Norambuena es director regional para Latinoamérica de Shinka Management, consultora especializada en el método Lean explica:
Para que las vacaciones no impliquen un dolor de cabeza para nadie en una organización, es vital la planificación y el liderazgo, para influir en mi equipo para coordinar y acordar un plan de vacaciones factible para tomarse el merecido descanso, y así, no generar problemas, por ejemplo logísticos o por dotación insuficiente y así, mantener una buena calidad de servicio y el nivel de producción necesario.
De hecho, según cuenta el experto, hay plantas como Toyota que, adheridas al TPS (Lean Management), cuentan con una planificación anual tan precisa y de excelencia, que, durante la época de vacaciones, detienen la fábrica y se quedan a trabajar solo pequeñas cuadrillas dedicadas al mantenimiento de las máquinas y equipos.
Ateniéndonos a la realidad de la cultura de trabajo en Chile ¿es posible evitar la resaca de vacaciones? La respuesta es sí, agrega el profesional:
Para esto, es primordial realizar un análisis consciente tanto de las situaciones que ocurrieron, como las que no ocurrieron durante las vacaciones. No hay que perder de vista que este período, que, por lo general, dura dos meses, las organizaciones cuentan con menos personal, hay más reemplazos y se integran estudiantes en prácticas, que requieren de más orientación y guía.
Según explica el experto en método Lean, es vital saber qué ocurrió o qué no en la organización en este período de vacaciones, qué problemas hubo, si hubo más defectos o errores, si hubo accidentes, si es que hubo un aumento en los costos de producción, cambios en el desempeño de los equipos, entre otros variables vitales para la operación y el clima laboral.
Esto, con el fin de poder generar un aprendizaje y así no volver a cometer estos errores no solo durante el próximo tiempo de descanso, sino que durante todo el año.
El segundo paso es generar una planificación. Porque mis vacaciones como trabajador, comienzan a definirse ahora mismo, una vez de regreso, y no dos semanas antes o el día previo a mi nuevo período de descanso. De hecho, marzo es un mes ideal para que, tanto el líder como su equipo, empiece a pensar y planear sus próximas vacaciones, y planificar en conjunto acciones en concreto para tener un próximo período de vacaciones mucho más relajadas que la anterior.
Gustavo finaliza:
Por otro lado, es importante enfatizar que quien reemplaza al líder durante vacaciones, debe ser entrenado de manera integral durante el año y no dos semanas antes de las vacaciones, porque hay que tomar en cuenta que el reemplazante del líder, será también quien lo represente en toda actividad en que deba participar a quien está reemplazando. Como reemplazante, tengo que ser capaz de entender no solo mi área, sino que el área de mis pares, porque después tendré que liderarlos.
Para saber más sobre este modelo visita shinkamanagement.com.