Cámaras de seguridad hogar

La llegada del Internet de las Cosas (IoT) ha creado un nuevo e importante mercado para los fabricantes de dispositivos como timbres y monitores de bebés conectados, y sistemas más sofisticados para toda la propiedad.

Conectados a las redes Wi-Fi hogareñas, estos dispositivos permiten a los propietarios ver imágenes de vídeo en directo, grabarlas para verlas más tarde y recibir alertas cuando están fuera de casa.

Sin embargo, es necesario advertir que estas mismas características también pueden exponer a los hogares a nuevos riesgos si la cámara se ve comprometida y/o se filtran las imágenes, y no todos los proveedores se centran tanto en la seguridad o la privacidad.

A continuación, ESET comparte 8 preguntas a tener en cuenta antes de comprar una cámara de seguridad para el hogar.

1. ¿Necesitas realmente una cámara de seguridad?

En primer lugar, es el momento de decidir si una cámara de seguridad para el hogar es realmente necesaria o si sólo el interés en conseguir una se debe a que todo el mundo parece hacerlo.

Parte de este proceso de toma de decisiones puede consistir en evaluar qué tipo de configuración adquirir.

Si necesitas un sistema completo de CCTV que requiera una instalación profesional o bien una cámara conectada más económica que pueda ponerse en marcha rápidamente y que se controle a través de una aplicación de smartphone.

2. ¿Eres consciente de los riesgos de seguridad y privacidad?

Aunque las cámaras de seguridad para el hogar están pensadas para proteger la casa, adquirir una puede significar exponer el hogar a un riesgo.

En el peor de los casos, los piratas informáticos podrían acceder a transmisiones en directo para espiar a los miembros de la familia o investigar la propiedad para ver si está vacía.

Ambas situaciones pueden ser desconcertantes, sobre todo porque no siempre se está al tanto de que esto está ocurriendo.

Una de las formas en que los piratas informáticos podrían obtener acceso a estas fuentes es mediante la red inalámbrica doméstica, quizás adivinando o forzando la contraseña del Wi-Fi.

Sin embargo, un escenario más probable es un ataque en el que adivinen o crackeen las contraseñas de una cuenta o exploten una vulnerabilidad de firmware no parcheada.

3. ¿Has comprobado la seguridad del proveedor?

Vale la pena investigar la oferta y la reputación de los distintos proveedores. Lo ideal es apuntar a una marca con un sólido historial de fabricación de productos fiables y con buenas calificaciones de los consumidores en cuanto a seguridad y privacidad.

Aspectos como la aplicación rápida de parches, la codificación fuerte, la seguridad mejorada del inicio de sesión y las políticas de privacidad herméticas son muy importantes.

4. ¿Sé qué pasa con las imágenes y los datos?

Otro elemento potencial de riesgo está relacionado con el proveedor mismo. Tener en cuenta si los datos del video se almacenan in situ o en el centro de datos en la nube del proveedor.

Analizar las políticas es un buen ejercicio para estar cómodos con la información.

5. ¿Sabes cómo asegurar una cámara?

Una vez que se conocen los principales riesgos para la seguridad y la privacidad, vale la pena familiarizarse con lo necesario para garantizar que el dispositivo funcione de forma segura.

Las contraseñas por defecto siempre deben ser cambiadas por alguna única y robusta. Para mayor seguridad, utilizar el doble factor de autenticación siempre que esté disponible.

Además, el dispositivo debe ser actualizado regularmente con el último firmware. Elegir un proveedor de confianza con un historial de fabricación de dispositivos correctamente protegidos y de envío de actualizaciones de firmware.

Desactivar la visualización remota de las grabaciones de vídeo ofrecerá una mayor tranquilidad y minimizará las posibilidades de que un pirata informático acceda a ellas.

6. ¿Sabes cómo configurar los ajustes correctos del hogar inteligente?

No se trata solamente de la configuración de la propia cámara. El router de la casa es la puerta de entrada al hogar inteligente y podría ser una fuente de riesgo para la seguridad si no se configura de manera apropiada.

Las funciones UPnP y de reenvío de puertos, que permiten a los dispositivos encontrar otros en la misma red, podrían ser secuestradas por los piratas informáticos para acceder a las cámaras inteligentes.

Por eso deberían estar desactivadas en el router, aunque podría impedir el funcionamiento de algunas aplicaciones y dispositivos.

7. ¿Sabes cómo comprobar si la cámara ha sido pirateada?

Dos puntos a los que se debe prestar atención es si la cámara realiza movimientos anormales o se evidencian voces extrañas saliendo de ella.

Si de repente no permite conectarse debido a que la contraseña de la cuenta ha cambiado, tampoco es buena señal. Otra posible vía a tener en cuenta es el aumento del uso de datos o el bajo rendimiento.

Si un usuario no autorizado accede al dispositivo, la cámara puede funcionar más lentamente debido a la limitación de la memoria y la potencia de la CPU.

Sin embargo, esto no es algo infalible, también puede ser el resultado de algo más cotidiano como una mala conexión a Internet.

8. ¿Eres consciente del impacto en las demás personas?

Adquirir una cámara de seguridad en el hogar no se trata solo de la propia seguridad y privacidad.

De hecho, podría tener un impacto en los derechos de los vecinos si la cámara captura imágenes de personas fuera de los límites de la propiedad.

Según el GDPR, estas personas también tienen derechos de privacidad que deben ser respetados.

Es una buena idea colocar las cámaras de forma que se minimice cualquier intrusión y ser lo más transparente posible con los vecinos.

El gobierno del Reino Unido posee una guía que puedes consultar aquí.

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