Todos los países y Estados enfrentan la urgencia de conectar, a través Internet, sus territorios, comunidades y principales instituciones.

Regulaciones en telecomunicaciones

Diversas legislaciones aún sin establecer; aspectos técnicos aún en resolución; geografías complejas; y la urgencia de conexión de las personas, hacen de la conectividad uno de los desafíos más complejos que enfrentan las telecomunicaciones.

Por esa razón, la era de hiperconectividad exige un pensamiento integrado y sistémico para aprovechar la conexión entre las tecnologías digitales, los servicios públicos y las actividades económicas, mientras se avanza hacia modelos de gobernanza descentralizados.

Rodrigo Mena, country manager de SUMA Móvil Chile explica:

Los actores del mercado esperan flexibilidad cuando los nuevos productos, servicios y aplicaciones están en camino; y mucha previsibilidad cuando se hacen planes de inversión. Por lo tanto, los procesos regulatorios deben evolucionar y serán aquellos descentralizados los que, probablemente, prosperarán en el entorno digital, adaptados a sus modelos y objetivos comerciales.

En ese sentido, desde la Unión Internacional de Telecomunicaciones, identifican cinco regulaciones que impactarán a la industria y a las personas.

1. Local vs. global

Los gobiernos necesitan instrumentos legales sólidos, tanto nacionales como internacionales, para navegar la transformación digital.

Un marco global puede ser la única forma de abordar problemas como los mercados bilaterales, las plataformas digitales globales, las monedas digitales, la privacidad, la ética, la transparencia y los impuestos.

Los nuevos tratados internacionales y regionales deberán establecer límites, reformular las reglas y adaptarlas a los mercados digitales.

2. Ciberseguridad

Los mandatos de los reguladores de telecomunicaciones/TIC difieren y no existe una solución única para todos.

Eso sí, es importante destacar que las iniciativas que garantizan la gobernanza de la ciberseguridad por parte de los operadores, fomentan las mejores prácticas, diagnostican incidentes, promueven la concientización, comparten información y protegen la infraestructura crítica.

3. Residuos electrónicos

Son insuficientes los países que tienen una política, legislación o regulación que gestione los desechos electrónicos.

Es imperativo un marco nacional sólido donde la regulación de las TIC se encuentre con la gestión ambiental para establecer las obligaciones legales que ayudarán a impulsar la recolección y el reciclaje de desechos electrónicos, responsabilizando a quienes corresponda por el impacto de sus negocios.

4. Sostenibilidad y crecimiento económico

El enfoque tradicional del PIB se desvanecerá, dando paso al crecimiento de la sostenibilidad y la eficiencia energética en importancia, subrayado por la creciente adopción de medidas ESG (conjunto de criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) y las iniciativas de RSC (responsabilidad social corporativa) del sector privado.

Cambiar a un enfoque más amplio será lento, lo que exacerbará las divisiones y no logrará remodelar las políticas a corto plazo en los países en desarrollo y menos adelantados.

5. Inteligencia artificial

Las aplicaciones populares de Inteligencia Artificial incluyen sistemas de reconocimiento facial, redes neuronales, identificación de objetos o fotografías, software de traducción y búsqueda, y chatbots de texto.

Los reguladores deben monitorear y considerar las implicaciones, presentes y futuras, de esta área de rápido movimiento.

Sin lugar a duda, en Chile hay muchas regulaciones como la protección de datos personales, la agencia nacional de ciberseguridad o la ley marco al respecto, que aún están en proceso. Y todas impactarán a la industria de telecomunicaciones ya que tienen que ver con el acceso a internet y al comportamiento en las redes.

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